Arte Latinoamericano

De la belleza – Parte I

Amor y belleza son dos términos poco enunciados hoy por hoy, quizá por miedo a decir algo incorrecto o incluso a parecer tontos. Y, sin embargo, son estímulos significativos para todos nosotros; sin ellos, la vida nos parecería menos valiosa. 

Ambos términos, absolutos e indefinibles, han perdido casi todo su sentido en la vida cotidiana, tan orientada hacia la función y la eficiencia. Y, sin embargo, conforman la piedra angular que perseguimos, sin cesar, tanto en la vida privada como en la profesional. 

Llevo la vida entera reflexionando sobre la idea de la belleza en el arte. Aunque estoy muy consciente de que ya resulta anticuado el término, no resistí la tentación de pedir a los artistas su opinión sobre la belleza en el arte. Estas son algunas de las respuestas que considero más oportunas:

Julio Le Parc (2005):

La idea de belleza es muy aleatoria, porque está ligada a condicionamientos, a prejuicios que uno tiene de lo que es y lo que no es bello. En general, para mí, algo bello es algo que me transmite cierta paz, cierta energía, cierta ilusión… La idea de belleza tampoco tiene que estar ligada a una obra de arte, puedo encontrar bella una situación, un paisaje en una campiña, puedo encontrar también bello el comportamiento de una persona, en fin… en otras épocas la idea de belleza respondía a cánones establecidos. En la actualidad, también, una mujer bella es aquella que figura en las revistas porque tiene tales medidas y cuánto más delgada, más bella.

En el arte sucede lo mismo: hay modas, lo de antes ya no es más bello, es bello lo que se vende en el momento, lo que está de moda. A mí, particularmente, hay muchas cosas que me dan esta sensación de belleza, cuando hay algo que me conmueve, no necesariamente cosas perfectas. También hay dibujos, pinturas, que uno puede considerar bellos sin necesidad que estén dentro de la misma tendencia que uno.

Entonces, si yo clasifico algo de bello, no es porque aplique un canon de belleza preestablecido, sino porque las cosas que veo y encuentro en la vida, si me llegan a tocar de una manera u otra, siento que son positivas. En general, lo que tiene belleza ayuda a la gente a vivir. Cuando encuentras algo que es bello, te sientes bien. Si ves algo que se está descomponiendo, que se está deteriorando, que se está perdiendo, te provoca mortificación, no sientes la belleza, sino que es algo que te tira para atrás y para abajo. Bajo a la calle y hay una pareja de recién casados, la chica vestida de blanco, la gente arreglada, tal vez hay sol y salen de una iglesia y es un momento bello. Un entierro también puede ser bello, sobre todo los de antes, con los caballos y la carroza negra y la gente detrás. Hay una emoción por una vida que ha terminado y que al mismo tiempo es la emoción de la vida que sigue.

(Le Parc Lumière, Daros-Latinamerica / Hatje Cantz, 2005, p. 25-26)

Fabian Marcaccio (2006):

No pienso en el concepto de lo bello, en el sentido clásico. La belleza no es una preocupación mía que está por delante de la obra. Más bien es una resultante. Tiene un cierto diálogo con lo abyecto. Yo más bien busco balance, más que belleza. Pero es un balance del caos realmente, es una especie de tratar de no reducir, de mantener una complejidad. No hago diferencia entre la obra o mi concepción de vida en sí.

El accidente como integrado a la tranquilidad, a la calma. La guerra integrada en la paz. La noche mezclada con el dia. Lo digital y lo virtual relacionados con lo real. Esas cosas me parecen mucho más importantes que un a priori de lo bello. Hay una cierta belleza dramática en una operación, como una belleza de lo pobre en el sentido lujurioso. Creo que eso es una cosa más latinoamericana, porque en América hay un cierto gusto por lo pop o lo vulgar, y en Europa hay un cierto gusto por lo povero, en el sentido marxista de lo pobre, el Arte Povera italiano. Mientras que en Latinoamérica o en os lugares más periféricos hay una cierta lujuria de la pobreza, porque el pobre quiere ser rico, en general, es el rico quien de alguna forma puede ver el Arte Povera como algo refreshing. Todos estos elementos que estoy diciendo tienen mucho que ver con la complejidad de cómo considerar lo bello ahora. La belleza en estos momentos está trastocada en el sentido que abarca situaciones que nunca abarcó anteriormente, ni siquiera durante el siglo XX.

(Fabian Marcaccio, Paintant Stories, documentos daros I, 2006, p. 41-42)

Guillermo Kuitca (2006):

GK: Me da la impresión de que belleza y privacidad tienen algo que ver. Es muy difícil que la belleza sea algo público. Mi noción de belleza, probablemente como la de cualquier otro artista, o de cualquiera que habita un mundo estético, tiene que ver con esto que encuentro bello, por lo tanto me da la impresión de que belleza es privacidad.

HMH: Me parece que el conocimiento también produce belleza.

GK: Yo probablemente no busco la belleza, pongámoslo en esos términos, aunque suene un poco abstracto, pero no la busco. Sin embargo, si lo que he realizado suscita la búsqueda o el hallazgo de belleza en mi obra por parte del espectador, eso es otra cosa, pero yo no puedo hacer ese camino en su lugar. Creo, en todo caso, que la belleza is in the eye of the beholder. O sea, es muy difícil que el proceso hacía lo bello esté dado por la obra. En general, me parece que si la obra está exageradamente construida para armar ese camino, lo más probable es que uno vaya en el sentido contrario. Con esto no estoy haciendo una apología de lo feo, me parece que no hay una contradicción entre una cosa y la otra.

(Das Lied von der Erde, Guillermo Kuitca, Daros-Latinamerica / Hatje Cantz, 2006)

Carlos Amorales (2007):

Para mí, la belleza es algo muy importante. Es algo que siento que se ha expresado siempre, de alguna forma u otra, o por lo que siempre ha habido un interés. Yo no te podría definir así perfectamente qué es para mí belleza, pero creo que es ese momento de contradicción que puede tener una imagen, de absoluta seducción y absoluta repulsión. Es como un momento de vibración.

Pienso que es como yo podría definir la belleza: como algo que tiene mucho sentido, pero que lo pierde y que te abre un espacio. Y precisamente pienso que lo que intento con mi obra no es tanto decir algo, o crear una alegoría específica o un discurso, sino más bien crear la posibilidad para que un espectador pueda asociar dentro de una composición de imágenes su propia idea. Para mí, la belleza tiene ese potencial. Y también pienso que la belleza va más allá de un razonamiento y que tiene una potencialidad de rebeldía, sobre todo ante los discursos que existen tanto en el mundo del arte, que están muy politizados. O sea, crear algo que es bello, pero sin saber exactamente qué dice, puede ser muy disturbing, muy molesto, inquietante y eso me gusta. La belleza te permite sentir una obra de arte y no sólo racionalizarla, puede conmoverte físicamente. Eso es muy importante en el arte.

(Carlos Amorales, Dark Mirror, Daros-Latinamerica / Hatje Cantz, 2007)

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