No hubo un solo viaje a Latinoamérica en el que la gente no me preguntara: “¿Habla español?” o “¿Habla portugués?” ¿Acaso no tomo mi trabajo en serio? Qué pregunta más tonta, pensaba en secreto, sintiéndome insultado.
¡Claro que hablo español! Sim, eu falo português!
Ya hablaba español mucho antes de unirme a Daros Latinamerica y aprendí portugués para este trabajo. ¿De qué otra manera habría podido comunicarme para hacerme entender, descubrir lo que necesitaba saber y ganarme la confianza de la gente? ¿De qué otra manera me habría confiado alguien algo sustancial a las cuatro de la mañana, después de un trago de más, si no hubiese sido en su propia lengua? Y, sobre todo, ¿cómo habría podido adquirir la más mínima noción de la cultura latinoamericana sin dominar al menos los fundamentos básicos del lenguaje?
Sin duda, no pasaba como un hablante nativo. Aprendí español a fines de la década de 1970, cuando estudiaba en la Universidad de Bonn, pero luego estuve varios años en Italia en los 80 y mi español se oxidó un poco. Cuando volví a aceitarlo, me alegró reemplazar el recio castellano por el suave y melodioso español que se habla en Latinoamérica. Y mi primer curso de portugués brasileño lo completé en Río de Janeiro en mayo de 2001. Durante esas dos semanas de intensiva capacitación lingüística, también pude emprender proyectos profesionales. Mi cuaderno de viaje resalta las actividades y encuentros de ese momento:
Cuaderno de viaje: Río de Janeiro
8 – 23 MAYO 2001 (escrito en junio de 2001)
El propósito de este viaje fue familiarizarme con el idioma portugués. Nueve días de lecciones en bloques de tres horas, seguidas de ejercicios prácticos con maestros sobresalientes, me llevaron a completar casi 200 páginas y dieron como resultado un exitoso curso lingüístico. Elegí Río como sede para continuar con mis actividades. Y es que Río sigue siendo el centro de la creatividad artística en Brasil. Después de que algunas galerías se marcharon a São Paulo hace años, Río otra vez se está volviendo cada vez más importante, con un creciente número de (por ahora) pequeñas galerías y espacios de artistas, disparándose hacia arriba y formando un ambiente animado, vivaz y muy profesional al mismo tiempo.
Encuentro con Antonio Dias, uno de los principales artistas brasileños; con mi previo aviso, ha reservado para nosotros algunas de sus obras tempranas; pronto sabremos más sobre sus precios (Dias va rumbo al éxito internacional en cualquier momento: la exposición en LACMA, Los Ángeles, 2003; para ese entonces, ya tendremos que haber actuado puesto que los precios se dispararán astronómicamente).
Visita a la galería Laura Marsiaij. Galerista joven y dinámica que se ha ganado un buen nombre en el transcurso de un año y que despierta esperanzas en el exiguo mercado del arte de Río. Me informa sobre su programa de artistas.
Visita a la hermosa escuela de artes visuales Escola de Artes Visuais do Parque Lage; exposición del joven artista Nelson Felix en el establo del parque.
Visita a la muestra de la Colección Marcantonio Vilaça en el Paço Imperial. En general, de carácter más bien brasileño provincial.
Visita de estudio a Cildo Meireles. Acordamos que producirá para nosotros una nueva versión de su instalación “Fontes”. Es técnicamente elaborada y llevará varios meses realizarla. Por cierto, Cildo se abstuvo de representar a Brasil en la Bienal de Venecia por razones éticas. No quiso ser instrumento de la política cultural del gobierno brasileño.
Visita de estudio a Armando Mattos (fotografía); él maneja el legado del artista Paulo Roberto Leal: interesantes trabajos minimalistas en papel y textiles.
Visita al Instituto Moreira Salles en una mansión dedicada por entero a los ideales arquitectónicos del modernismo; programa de exposiciones poco convincente.
Visita de estudio a Gabriela Machado; buena pintura.
Visita a la galería de Anna Maria Niemeyer (hija del arquitecto).
Exposición colectiva en una casa abandonada bajo la dirección de la artista Marcia X; algunas contribuciones son bastante inteligentes e ingeniosas, in situ.
Apertura de la muestra de Waltercio Caldas en el edificio de exposiciones del Banco do Brasil; obras de gran precisión estética hechas en los últimos 15 años. En una conversación posterior, aceptamos encargarnos de sus libros de artista, que, en mi opinión, representan el núcleo de su creación artística.
Visita de estudio a Lygia Pape, una decana del arte brasileño contemporáneo, con una obra prolífica e interesante, partes de la cual ya había visto el invierno pasado en Oporto, en la Fondação Serralves. Hablaremos de adquisiciones.
Encuentro con el artista Marcos Chaves; intenso intercambio de información e ideas.
Visita de estudio a Sonia Andrade, una de las pioneras del videoarte brasileño; dama educada y sofisticada; quizá nos sea posible obtener algún viejo material de video.
Invitación a la casa de un importante coleccionista de arte del siglo XIX, con muchos artistas presentes; reunión con el marchante de arte Jean Boghici —un comerciante desde el inicio—, Katia Mindlin, de Sotheby’s, y Paulo Herkenhoff, exdirector de la Bienal de São Paulo y hoy curador adjunto del MoMA de Nueva York. Concordamos con la evaluación negativa del proyecto Guggenheim para Río; el Sr. Herkenhoff demuestra estar bien informado sobre nuestras adquisiciones y nos felicita.
Visita a la galería Jean Boghici y compra de dos obras de Antonio Dias, de inicios de la década de 1970.
Visita de estudio a Ivens Machado, que crea peculiares esculturas de cemento.
Plática con Miguel Rio Branco, un artista que también estará presente en la Bienal de Venecia; discusión de detalles técnicos relacionados a nuestra compra.
Encuentro con el galerista y curador Ricardo Sardenberg.
Vuelo a Salvador de Bahía el 19 de mayo para encontrarme con Mario Cravo Neto. Me muestra impresiones nuevecitas de fotografías que acabamos de comprar. ¡Excelentes!
Sigo hacia a Recife el 20 de mayo para visitar una exposición con obras de Miguel Rio Branco y Jose Damasceno en el Museu de Arte Moderna.
El 21 de mayo, regreso a Río para ver una instalación y una performance de Ernesto Neto (que ya forma parte de la colección; también participará en la Bienal) en la galería Marsiaij; muy impresionante y sugerente; tanto lúdico como ingenioso.
Apertura de la exposición retrospectiva de Antonio Dias en el MAM (Museu de Arte Moderna); nunca antes se había expuesto su impresionante obra en Brasil con tal amplitud, y no solo impresionó a los artistas presentes; Dias posee una verdadera importancia internacional.
No puedes esconderle nada a un taxista
Los extranjeros que hablan el idioma local reciben mayor aprobación y respeto. Fue una gran hazaña para mí, teniendo en cuenta los diferentes dialectos y variaciones idiomáticas en América Latina. Qué bálsamo para el alma resultaron ser situaciones tan reconfortantes como cuando conocí a Agustín Arteaga en Buenos Aires, a quien acababan de nombrar director del MALBA. De nacionalidad mexicana, me confesó que con frecuencia le costaba entender el español argentino. Por lo demás, aproveché lo mejor que pude los torrentes de palabras que venían hacia mí ¡dondequiera que fuera!

Más difícil me resulta evaluar qué impresiones pudo haber dejado mi español o portugués. Si bien mis habilidades lingüísticas son suficientes para la comunicación cotidiana, no domino la variedad de opciones idiomáticas —con todos sus matices semánticos— disponibles al hablante nativo. Para evitar malos entendidos, tuve que hacer lo opuesto: hablar directo y sin rodeos. Tal vez mi carencia de expresiones como “entonces”, “así que”, “por lo tanto”, “o sea” o “qué sé yo” también se debía a mi aversión a las frases huecas, de las que prefiero prescindir. Es probable que el nivel de mi español y mi portugués se oía bastante simple, incluso descortés o vulgar, y en el mejor de los casos excusable por ser extranjero. (“Al menos hace un esfuerzo”.) Además, sencillamente no me queda otro remedio que ser alemán, como me lo recordó un taxista en la ciudad de Panamá en 2016:
Entro en el auto y anuncio mi destino de forma precisa, como acostumbro. El taxista entiende muy bien hasta el más mínimo detalle. En tono amable, me pregunta si trabajo en el ejército. Respondo que no y, para hacer conversación, agrego que soy de Alemania; a lo que responde: “¡Ah, con razón!”
Me he reído un montón con esa salida del taxista!
Te entendo perfeitamente. Continuo falando portuñol apesar de ter estudiado, ter un vocabulario extensos, mas las R e las Jotas são sonidos árabes e não consigo. Também o ritmo é do português. No final me entendem, mais o menos. Quando faço uma conferência para quebrar o gelo sempre digo: “es um placer está aquí con vosotros, vamos hablar de sobre esto, y además de darles la oportunidad de escuchar el mejor portuñol de mando.” Y la gente empieza a reír!
Para mi que solo hablo dos idiomas y medio entiendo un tercero, me dan mucha envidia los que como tú hablan varios. El encuentro con los habitantes de los paises de los cuales uno habla la lengua es mucho más reconfortante, educativo y divertido. Apretada la agenda que llevabas. Como te tomaste la expresión del artista? Que interpretación le diste?
Cuando te leo me quedo con las ganas de saber más de esas conversaciones con artistas, galerista, etc…
De momento es un cuaderno de viaje y recordatorios a vos mismo. Sería interesante que ampliaras esas charlas…
Un poco de paciencia, querida Priscilla! Ya verás.