Después de «Face to Face» (ver la entrada número 50) presentamos las videoinstalaciones «FOR YOU – PARA USTED» (2009) en nuestras salas de la Limmatstrasse, en Zúrich, y las muestras individuales de Antonio Dias (2009) y Luis Camnitzer (2010). Esta tuvo un gran éxito, y recorrió Sur y Norteamérica durante varios años. Cada una de nuestras exposiciones en Zúrich representó el estreno europeo de artistas, temas y aspectos hasta entonces desconocidos.
También organizamos –junto a colegas locales– numerosas exposiciones de nuestra colección por todo el mundo, incluyendo Salzburgo, Ámsterdam, Cuenca, Vancouver, Dublín, Bogotá, Basilea y Sydney. Vale destacar «Al calor del pensamiento» (2010) en la Sala de Arte Santander, en Madrid; «Puntos de vista» (2007) y «Aliento» (2013) en el Kunstmuseum de Bochum; «Colección Daros Latinamerica» en la Fundación Proa de Buenos Aires (2015); y «Dark Mirror» en el Kunstmuseum de Wolfsburg (2015).
Me hubiera gustado que más colegas de otras culturas hubiesen interpretado los fondos de la Colección Daros Latinoamérica. Una de mis ideas primordiales era poner la colección en manos de sus perspectivas y visiones específicas y diversas. Después de todo, no había tema o asunto para el que no pudiéramos proporcionar obras relevantes en la Colección. Casi todas las piezas pueden verse en línea y, sin embargo, apenas la mitad han formado parte de alguna exposición. Esto también se debe a que la mayoría de los colegas tiende a actuar de forma bastante «conservadora», mostrando sólo aquellas obras de arte que ya conoce de otros contextos expositivos.
Mi estrategia consistió en crear un sistema de referencia cada vez más complejo para la colección; uno que permitiera la formulación de distintos discursos, contribuyendo a la vez a perfilar el arte latinoamericano. Quería tender hilos que en el futuro fuesen retomados y entretejidos en patrones siempre cambiantes. Creo que una de nuestras exposiciones más bellas en ese sentido fue «Ilusões» (2014) en Casa Daros, en Río, porque alcanzamos nuestros ideales en términos de coherencia y equilibrio expositivo. Al igual que antes en Zúrich, nuestro público brasileño pudo apreciar las diversas facetas de la producción artística en América Latina. Demostramos una vez más su importancia internacional y seguimos estableciendo con éxito su posición en el arte de los siglos XX y XXI.

Casa Daros en Río de Janeiro: una plataforma vital para el intercambio de ideas
Una de mis mayores prioridades era el intercambio mutuo de ideas dentro del mundo del arte latinoamericano. Desde la primera exposición en Zúrich, tomé conciencia de lo esencial que era este cara-a-cara para los mismos artistas y para todos los involucrados. Muchos de los artistas de la Colección se conocieron en Zúrich por primera vez o volvieron a verse después de muchos años, ya que son muy pocas las instituciones que invitan a los artistas expositores. Para fomentar este intercambio tan necesario entre los artistas latinoamericanos, establecimos el proyecto llamado «Meridianos»: charlas públicas en Casa Daros con artistas invitados de otros países latinoamericanos para hablar con sus colegas brasileños. En lugar de recalcar lo que los distinguía entre sí, el primer objetivo fue descubrir lo que tenían en común.
Choques culturales de carácter constructivo formaban parte de la vida cotidiana en Casa Daros, donde los europeos se mezclaban con los latinoamericanos, quienes también eran muy distintos entre sí. Estos intercambios no eran artificiales ni teóricos, sino encuentros humanos siempre vivaces, fértiles y de los que todos nos beneficiábamos. Como señalamos con acierto en uno de los documentos programáticos que escribimos en esa época: «¡Daros Latinamerica no es una ‘necrópolis’ más del arte!»

Los prejuicios y reticencias se fueron reduciendo con lúdica alegría en Casa Daros. Estos diálogos lograron desmitificar al «otro» de manera concreta y constructiva. Los vecinos por fin se volvieron vecinos. Al inicio, no siempre fue fácil. Por ejemplo, cuando le dije a una famosa crítica de arte brasileña que escogí inaugurar Casa Daros con una exposición sobre Colombia porque ambos países tenían problemas sociales y políticos similares, ella respondió de forma sucinta y directa: «Não acho simpatico não!» (¡No me gusta nada eso!) A pesar de las vacilaciones iniciales –los brasileños no estaban en absoluto familiarizados con sus vecinos– nos ganamos al público local en muy poco tiempo. Y fue tan sólo cuestión de meses para que una especie de latinoamericamanía germinara en nuestro entorno.
La muestra de Luis Camnitzer vino a Santiago de Chile. Fue muy enriquecedor ver a este artista conocido más por su faceta de educador en la escena local y no en su vertiente creativa. Me parece que a partir de esa muestra su obra ha sido más considerada en Chile. Ya que luego se le invito a más de una muestra colectiva. De hecho el año pasado el museo nacional de bellas artes en la celebración de los 100 años del natalicio de su ex director el pintor Nemesio Antúnez. Se pudo ver fotos de una muestra de Camnitzer y Liliana Porter en el Chile de 1968. Entonces el trabajo de Daros ha seguido dando frutos. Sobretodo si pensamos que la muestra de Daros de Camnitzer en Chile pude verla antes en el Museo del Barrio en NY con montaje muy distinto al de Santiago. Lo que habla de una preocupación por mostrar al artista de manera especial para cada lugar de forma especial. Cosa que no siempre sucede y usted ya lo ha comentado. El único reparo que tengo es que en NY no había ya catálogo de esa muestra y en Santiago paso lo mismo. Pocos catálogos a la venta y vendidos con mucha rapidez. Lo que me impidió tener un documento de tan buena muestra.
Gracias, Carlos! Qué pena por el catálogo. Porqué no le preguntes a Luis o a la Daros Latinamerica si les queda uno..?!
Muy interesante. Creo q hace muchos años a traves de gabriel griffa, le preparé una carpeta connarte argentini, entre ellos Kuitca. Pero creo que se contactaron con otra galeria.. yo actualmente me dedico a difundir la obra de mi marido Julio Fierro y a negocios inmobiliarios. Saludosby felicitaciines . Agustina
Gracias, Agustina!