Arte Latinoamericano

No seamos divertidos: Uruguay y Chile


Uruguay: sobre el fútbol …

Cualquiera que pase un tiempo en Uruguay –sobre todo en Montevideo– y siga la prensa local, se topará cada dos o tres días con informes relacionados de una u otra manera con el legendario Final de la Copa Mundial de Fútbol de 1950 (¡!), cuando Uruguay le ganó a Brasil en el Estádio do Maracanã en Río de Janeiro.

¿El “Maracanazo” para siempre? ¿Una alegría eterna para compensar el complejo de inferioridad latente que abruma a la nación en todos los demás aspectos? ¿Un chiste que, después de 70 años de repetirse hasta la saciedad, ha disminuido un pelín su poder de persuasión?

Uruguay siempre ha estado y sigue a la sombra de su hermano mayor, Argentina; le gustaría salirse de ella, pero no puede. Se trata de un antagonismo desigual, repetido una y otra vez como un ejercicio retórico, en lugar de aceptar el desequilibrio predominante.

¿Por ejemplo, acaso el famoso cantante y compositor de tangos argentino Carlos Gardel no nació en Uruguay en 1887? Nadie lo sabe con certeza … Sin embargo, en contraste, las vidas de los escritores Mario Benedetti y Eduardo Galeano –con su indiscutible importancia para toda Latinoamérica– están documentadas de manera más confiable. 

… y la sobriedad

Cuando comenzaba a armar la colección Daros Latinamerica, en julio de 2000, pasé poco más de una semana en Montevideo –mi primer invierno en el hemisferio sur, con tormentas y lluvias horizontales arreciando contra las ventanas, sin calefacción, en un ambiente frío, húmedo y ventoso– para poder familiarizarme con el arte uruguayo contemporáneo. Kristiane Zappel, la directora del Goethe-Institut de Montevideo en ese entonces, fue tan amable que me presentó a todos (¡!)  los representantes de la escena artística local y sus actividades. Recuerdo vívidamente la reunión en la que me senté en medio de un círculo de sillas –un tribunal de arte (si acaso eso existe) compuesto por una buena docena de representantes de la élite artística del país, a quienes tuve que presentar mis ideas y mis tesis para su gentil consideración, incluyendo su aprobación o rechazo… Hasta el día de hoy, no sé cómo recibieron mis palabras. Estos dignatarios del arte me miraron con reserva, sospecha y escepticismo, y me bombardearon con preguntas de todo tipo. En efecto, a los uruguayos no se les puede reprochar la falta de sobriedad…

Se acercan a los alemanes y rivalizan con los suizos en su carencia de sentido del humor y en ser unos notorios sabelotodo. Es curioso cuánto se valora el churrasco –al igual que sus colegas europeos– como una oportunidad para la interacción social, que aumenta en proporción al consumo de vino tinto. El humor –que hace tan placentera la compañía de sus vecinos al otro lado del Río de la Plata– aquí se busca en vano.


Chile: sobre las medias de malla…

Del lado transandino, en Santiago de Chile, ubicado en la costa del Pacífico, las cosas resultaron ser bastante similares. La vida diaria tampoco parecía estar muy llena de placer, diversión o humor. Como si el gobierno lo hubiese decretado, todos tenían el ceño enfurruñado de frustración. Pero también hubo una dictadura militar en Argentina, o sea que la dictadura en sí misma no debe considerarse como la única causa de la parquedad de los chilenos; aparte del hecho de que los días de la dictadura (1973-1988) ya habían pasado hacía tiempo. Debo decir que las cafeterías de Santiago ofrecen cierta diversión: para atraer a los clientes, chicas jóvenes y supersexis –que a primera vista no se distinguen de prostitutas– sirven el café matutino con mallas de cuerpo entero… 

… y malentendidos académicos

Justo Pastor Mellado –quien todavía enseñaba en la Universidad Católica de Chile– tuvo la gentileza de invitarme a un simposio de historia de arte en Santiago en noviembre de 2001. Este evento se convirtió en una experiencia memorable, por no decir traumática. Fue mi primer –y en extremo impresionante– encuentro con el academicismo latinoamericano, que ha crecido a dimensiones grotescas en países como Chile. El pensamiento de Althusser, Barthes, Baudrillard, Deleuze, Derrida, Foucault, Guattari, Lacan, Lyotard y otros tantos más, se estudian hasta la saciedad como una serie de sistemas axiomáticos, ¿pero para qué? No hay conferencia “científica” que no se las arregle sin citar a varios de estos desgastados “maestros”. ¡Qué terrible malentendido! Ninguno de ellos formuló un sistema filosófico; ni siquiera una base de trabajo útil o teóricamente sólida. Lo más que pueden ofrecer son apreciaciones ensayísticas e ingeniosos aforismos. Este, como la tergiversación general en torno a Marcel Duchamp, son malentendidos de los que me gustaría volver a hablar más adelante.

  1. Qué lamentable ! que usted escriba sobre el futbol y desconozca que existió la Bienal del Fútbol o se refiera irónicamente al “‘churrasco”‘ y se olvide del arte uruguayo con “‘asunto”‘ en el campo… Más lamentable aún que desconozca que el uruguayo -Tacuaremboense Carlos Gardel ( todos los uruguayos conocen ! )……y reconocen como el máximo representante del tango rioplatense ! Y mil veces más lamentable es que no mencione el talento de los maestros Torres García,Barradas ,Cúneo, Belloni,Gurvich,……enormes referentes y formadores del arte uruguayo,latinoamericano………complejo de inferioridad ?

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