Arte Latinoamericano

¿Y México?

Me he hecho las mismas preguntas una y otra vez: ¿qué le da su carácter especial a México?, ¿qué espíritu específico lo recorre? y ¿qué cualidades marcan su arte? Hasta el día de hoy, me sigue eludiendo una respuesta tangible.

La riqueza del arte popular

Para mí, el arte más sobresaliente de México —el más imaginativo, el más complejo y el mejor ejecutado— es el llamado arte popular, el arte folclórico, el arte de los mexicanos… En otras palabras: un arte autóctono y nada académico, que además sigue evolucionando de formas coloridas y animadas, con resultados siempre nuevos y diversos. Hasta ahora, todo bien. Sin embargo, la intención que animaba la Colección Daros Latinamerica no era coleccionar arte popular, sino lo que conocemos como arte contemporáneo.

Aún me es difícil entender cuál es la tercera de las tres culturas que tanto invocan en México. Sin duda, la época precolombina y la colonial han ido configurando la cultura mexicana de múltiples maneras, tanto en términos estéticos como de contenido. Solo el abundante número de altas culturas precolombinas bastaría para reconocer a México como uno de los sistemas estatales más notables de todos los tiempos.* 

¿Dónde está el arte moderno?

Fotografía: Rosa Ramón Royo, Luis Barragán, Casa Gilardi, 1976, México DF

La supuesta tercera cultura parece ser la “moderna”; sólo que la mexicana no es muy diferente a la de otros países. Está demás decir que un arquitecto moderno como Luis Barragán está en la cima a nivel mundial. En las artes visuales, sin embargo, a México no le va bien con la modernidad. Los muy aclamados muralistas Siqueiros, Orozco y Rivera, aunque sin duda pertenecen al período de la modernidad, nunca serían reconocidos como modernos por un estudiante de historia del arte que no los conozca. Ellos preferirían ser incluidos entre los típicos representantes de un “machismo” romántico, folclórico-kitsch… si existiera una categoría de este tipo, claro está.

Las pinturas “contemporáneas” de la década de 1990, que con frecuencia se exhibieron en una renombrada galería de la ciudad de México en 2001 —con el sello de pintura moderna mexicana— desconcertaban por su parecido con la producción artística de las décadas de 1950 y 1960. Asimismo, uno se topa con supuestas peinturesantiguas y académicas en las paredes de casas burguesas en toda Centroamérica, donde son cotizadísimas.

Choques entre viejas y nuevas culturas

Recuerdo haber entrado a un restaurante en Monterrey con pantalones cortos, provocando que el camarero me plantara una gran servilleta en el regazo para cubrir mi indecencia. También fue en Monterrey donde, hace muchos años, su (hermoso) museo de arte tuvo la intención de dedicar a un gobernador recién jubilado una magnífica exposición de obras de Julio Le Parc, pertenecientes a nuestra colección. Pero la muestra nunca se llevó a cabo, entre otras cosas porque la única persona capaz de operar la máquina de fax decidió no regresar de sus vacaciones a tiempo.

En breve, ciertas huellas del siglo XIX más profundo aún perduran en el México de hoy, incluso en la mentalidad hiperacadémica de muchos de mis colegas historiadores del arte. A la vez, se sienten obligados a inventar una única fórmula que sirva para explicar los fundamentos de la creación artística actual. Y todo ello colisiona con un presente comercializado y turbocapitalista a la norteamericana. No sorprende que a los artistas les sea tan difícil encontrar su propio camino.

Así pues, la situación de las artes visuales en México es un tanto dispar y poco homogénea, bastante inescrutable y sin claros contornos. Varios artistas contemporáneos han tratado de superar esta situación, aplicando un neoconceptualismo light;en ciertos casos, con formidable éxito, incluso a nivel internacional. Sin embargo, la calentura por México que existía hace algunos años ya se está enfriando y todo va regresando a la normalidad. 

El hilo dorado

La cepa mexicana puede rastrearse, por ejemplo, en el gran artista Nahum Zenil y su eficaz amalgama de Frida Kahlo y Louise Bourgeois; o en la superestrella Francisco Toledo y su hijo, Dr. Lakra. Luego está la falange de hombres cool que han tenido mucho éxito fuera de México; los encabeza Gabriel Orozco, seguido por Carlos Amorales, Abraham Cruzvillegas, Damián Ortega, Miguel Calderón y otros. Entre las mujeres destacan Teresa Serrano, Teresa Margolles, Betsabée Romero y Melanie Smith. Aún no entiendo bien por qué de salida los distingo por categoría masculina o femenina. No se me ocurriría hacerlo con ningún otro país latinoamericano.

Es difícil detectar un componente integral, abarcador e identitario que recorra el arte contemporáneo mexicano, como un hilo de oro. Quizá no exista. Quizá no sea necesario buscarlo. México, esa antigua nación de culturas sin precedentes, vacila, por un lado, entre el evidente dominio estadounidense —masivamente desafiado, explotado y vaciado a la vez— y, por otro lado, los pequeños estados centroamericanos al sureste, que en sí mismos ejercen poca influencia directa, pero suministran una bocanada de aire fresco latinoamericano.


*Por cierto, el término ‘precolombino’ es tan absurdo que debería abolirse, ya que apenas sirve para establecer una clasificación al estilo europeo; como, por ejemplo, a.n.e.(antes de nuestra era).


Cuaderno de viaje

México 

26 de junio al 6 de julio de 2001

Visita al Museo Rufino Tamayo, que está en proceso de renovación. El edificio de concreto, construido en la década de 1970, ostenta un notable diseño estético y tecnología de vanguardia. Después del cambio de gobierno, Osvaldo Sánchezfue nombrado su director. Sostuvimos un fructífero intercambio de ideas. Hay planes para exposiciones temporales de arte contemporáneo mexicano e internacional. El Rufino Tamayo es nuestro socio potencial.

Visita al Museo de Arte Moderno y a la exposición de la gran trinidad de artistas mexicanos: SiqueirosOrozcoRivera. No todo es de óptima calidad.

Visita al Museo Carrillo Gil. Plática esclarecedora con su directora, Patricia Sloane, a quien también nombraron hace poco. Es una dama con un carácter fuerte y una excelente visión analítica sobre la escena artística.

Visita a la Galería Enrique Guerrero: muy profesional y con un marcado énfasis en el arte joven.

Visita al Espacio Ex-Teresa, ubicado en un antiguo convento cerca del Zócalo. Acoge exposiciones internacionales de arte contemporáneo y muchos otros eventos culturales. Guillermo Santamarina, quien dirige esta institución pública, ha contribuido de forma sustancial al desarrollo de la escena artística mexicana en los últimos años, al igual que los directores de los dos museos que acabo de mencionar.

Visita a la Galería Nina Menocal, con un programa de segunda categoría.

Visita a la apertura de una exposición en la Galería de Arte Mexicano. La galería más antigua del país y poseedora de una rica tradición, ahora se ha aventurado a emprender un programa de artistas jóvenes.

Asistimos al lanzamiento público, en el Museo Rufino Tamayo, de un libro de la crítica Raquel Tibol. Visita a la Galería López-Quiroga, donde encontramos obras —casi siempre pintura— de artistas mexicanos más viejos. Aunque fuesen creadas ayer, evocan los años 50 y 60.

Visita a la Galería OMR (Jaime Riestra y Patricia Ortiz Monasterio), donde adquirimos una visión profunda de la producción artística actual.

Visita al crítico de arte Olivier Debroise, figura clave para el grupo de artistas que no está representado por las galerías.

Visita a la joven artista Milagros de la Torre, cuya fotografía es buena, pero al final no nos convence.

Visita al artista Miguel Ángel Ríos—a quien ya habíamos conocido en Nueva York— y a su esposa, Teresa Serrano, también artista. Nos informan sobre sus proyectos. Nos gustan mucho unos videos de Teresa Serrano. También hemos conocido a dos artistas muy jóvenes, entusiastas y talentosos, quienes dirigen un centro de arte: Stephan Bruggemann y Iñaki Bonillas.

Visita al espacio de arte alternativo La Panaderíay conversación con su directora Michèle Faguet, que pronto se va para dirigir otro centro en Bogotá. Nos informa sobre varios artistas muy jóvenes y nos enseña algunos videos.

Visita a la apertura de muestras en la Galería Guerreroy el Espacio Ex-Teresa(que está exponiendo instalaciones de sonido por artistas internacionales). Llama la atención cuán amplio es el público joven en todos estos eventos; pronto descubrimos que se trata de un fenómeno muy nuevo en la escena artística mexicana.

Asistimos a un almuerzo de artistas organizado por Teresa Serranoen su hacienda en las afueras de la ciudad de México; más charlas informativas.

Encuentro con el artista chileno Cristián Silva, quien presenta sus obras de una manera muy florida; no lo disfrutamos.

Visita al joven curador Cuauhtémoc Medina, que nos brinda una asesoría invalorable y nos deja la impresión de ser una persona muy seria y profesional.

Visita a la Colección Jumex(Jumex = Jugos de México, el mayor productor de jugos de frutas en el país) en las afueras de la ciudad. Un espacio impersonal, creado en medio de las instalaciones de producción, expone partes de su colección contemporánea internacional (desde marzo). Se nos permite ver el resto de las obras en bodega para familiarizarnos con toda la colección. Parece hecha para un público internacional y está dedicada por completo a la exangüe agenda de un segmento del mercado contemporáneo. Sólo dos artistas nos convencen: Tony Oursler Mike Kelly. El joven propietario de la colección, Eugenio López, y su curadora, Patricia Martin, andan de viaje y no están disponibles.

Visita a la Galería Kurimanzutto (José Kuri y Mónica Manzutto); interesante programa, al que daremos seguimiento. Ambos directores están muy involucrados con la escena internacional.

Reunión con el albacea del legado del fallecido artista mexicano Ulyses Carrión, que comprende ante todo sus libros de artista, algunos de los cuales son muy buenos. Ni la procedencia ni el destino posterior de estas obras se nos hace muy claro.

Visita al estudio de Yishai Jusidman; este inteligente artista de corte conceptual cultiva una excelente pintura a un alto nivel estético. Decidimos comprarle obras.

Recorrido por los frescos de Diego Rivera sobre la historia de México en el Palacio Nacional: intrigante tensión entre un romanticismo empalagoso y un drástico verismo.

Otra visita a la Galería OMR, donde nos encontramos con el fotógrafo Pablo Ortiz. Nos enseña su extenso mapa de la ciudad de México, así como fotografías etnológicamente interesantes en torno a los pueblos indígenas del noroeste. Las imágenes de la joven fotógrafa Maruch Sántiz-Gómez, de Chiapas, nos impresionan, así que compramos una selección. Por la noche, la exposición de Thomas Glassfordabre en la galería; casi todos los que conocimos durante el día también están allí.

México nos mantendrá ocupados un buen tiempo. Vimos que casi no hay artistas interesantes de cierta edad madura. Los sobresalientes, en su mayoría, tienen entre 25 y 45 años. Habrá que estudiarlos. Aunque en términos culturales no ocurre mucho para una ciudad de 25 millones de habitantes, sí hay un buen número de actividades ambiciosas que han cobrado vida desde hace poco y que se ven muy prometedoras. Prevalece un estado de ánimo optimista impulsado por una esperanza intensa pero realista para el futuro.

  1. Tienes razón Hans. La artesania popular en Mexico es muy creativa y de una calidad maravillosa. Me atrae profundamente muchas veces más que las nuestras de arte.
    No conozco Centroamérica así que me es muy interesante leerte.

  2. Querido Hans, Interesante que lo que más te llama la atención del arte mexicano sea el arte popular. Jaime y yo hemos coleccionado arte popular mexicano, especialmente cerámica, desde hace 40 años. Es decir que, paralelamente a nuestra labor al frente de la galería OMR, mantuvimos siempre una pasión secreta, una especie de violín de Ingres, por la muy rica producción artesanal. El gran museografo Fernando Gamboa también hizo una colección muy hermosa e importante y juntos recorrimos muchos pueblos y mercados a la búsqueda de estas piezas.
    La colección nuestra ahora está albergada en una casa en el centro de Pátzcuaro, Michoacán, y estamos en el proceso de registrarla y documentarla. Algo muy divertido y apasionante. Cuando vengas a México nos encantará invitarte a conocerla.
    Un gran abrazo, Patricia Ortiz Monasterio

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