Artes visuales, Viajes

Vietnam

En noviembre visité Vietnam por primera vez. El motivo de mi viaje era asistir a la presentación del libro Don’t Call it Art! Contemporary Art in Vietnam, 1993-1999, editado por mi amiga Veronika Radulovic, artista alemana, y Annette Bhagwati, la actual directora del Museo Rietberg de Zúrich, y publicado por Kerber Verlag en 2021[1]. El libro presenta a una serie de artistas pioneros de la práctica contemporánea en Vietnam, tales como Truong Tan y Nguyen Quang Huy. En 1996 organicé la primera exposición –que yo sepa– de arte vietnamita en Alemania, con la obra del entonces joven artista Truong Tan en la Kunsthalle Bielefeld. 

Truong Tan en el medio

Está claro que desde entonces mucho ha sucedido en el panorama artístico vietnamita, así que me propuse examinarlo de cerca en Hanoi, Huế y Saigón. No fue fácil, porque oficialmente el llamado arte contemporáneo no existe. Sin embargo, de forma velada y con las debidas conexiones estatales, es posible hacer que ocurran muchas cosas. Los espacios artísticos en Vietnam son muy parecidos a los de cualquier otra parte del mundo, pero no suelen tener horarios establecidos y tienden a proteger su intimidad contra posibles medidas de censura. 

Ingeniosa y ocurrente, la comunidad artística produce aparentemnte lo que exige el mercado, adaptándose a las circunstancias sin grandes aspavientos ni teorías demasiado románticas u ortodoxas sobre el arte. Una que otra obra puede contener algo de crítica social, pero sólo en dosis fáciles de digerir y sin jamás hundir el dedo en la llaga. Los artistas se mueven con soltura y destreza entre los distintos géneros del llamado arte contemporáneo. Saben orientarse y no sólo conocen el mundo a través del internet, sino también con su experiencia personal. Además, se benefician de un mercado local y regional en constante evolución desde hace años. 

Una cualidad divertida que también se manifiesta en otros lugares de Asia es la absoluta falta de respeto por ciertos códigos del mundo del arte. Y es que la concepción del arte contemporáneo como tal provino de Occidente. En consecuencia, los artistas vietnamitas se inscriben en el espectro occidental, pero sin inventar nuevas pautas.

Hanoi me pareció una ciudad acogedora y animada, con una vibrante y colorida mezcla de lo antiguo y lo nuevo, que atrae a buen número de jóvenes profesionales urbanos de todo el mundo.

Por la noche, el barrio que rodea la catedral francesa de St. Joseph siempre se llena de jóvenes vietnamitas hasta poco antes de la medianoche, cuando la policía, equipada con megáfonos, declara el abrupto cese de la juerga y manda a todo el mundo a su casa.

El Mausoleo de Ho Chi Minh, con el fundador del Vietnam moderno instalado en una tumba de fábula, resulta bastante folclórico para los extranjeros. 

El Museo de los Vestigios de la Guerra en Saigón es tan impresionante y emocionalmente devastador como la visita a un campo de concentración nazi. El daño y sufrimiento infligidos a este país por Estados Unidos durante la guerra de Vietnam son inenarrables.

El alcance del capitalismo en esta nación pujante –y corrupta– es enorme. En Hanoi, los oligarcas construyen universidades y barrios enteros.

Louboutin en Saigón ofrece espléndidas opciones de compra.

¿Te apetece un RR?

La época en que todo se transportaba en bicicleta ya forma parte del patrimonio que con orgullo se documenta en los museos…

… donde los escolares todavía les hacen caso a sus maestros.

Pero Vietnam también ofrece tesoros culturales de primer nivel, como las ruinas de los templos hindúes de My Son. Situado en el centro del país, este santuario se remonta a la cultura Cham en los albores de nuestra era…

… y es una visita obligada.

Y si quieres relajarte, puedes disfrutar de la agradable playa cerca de Hoi An…

… o recorrer las tumbas de los emperadores vietnamitas de la dinastía Nguyen (siglo XIX) en la vecina ciudad de Hue.

Sin duda, el plato fuerte por excelencia de Vietnam es un viaje en barco de por lo menos dos días por la bahía de Lan Ha, en el golfo de Tonkín, al norte del país, cerca de la frontera con China. 


 

  1. Que fascinante viaje Hans, me gusto mucho tu redacción entre el respeto y la ironía. Seguro tienes mas fotos que podríamos ver sobre el arte contemporáneo que dices manejan a su antojo

  2. Gran artículo. Sería interesante tener algunos sitios web de los espacios que exhiben arte contemporáneo en Viet Nam para conocer más de ese fascinante país y su cultura.

      1. Aqui unas direcciones:
        manziart.space (Hanoi)
        apd.org.vn (Art Patronage & Development, Hanoi)
        galeriequinh.com (Saigon)
        san-art.org (Saigon)

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