Michel de Montaigne

«La osada arrogancia del género humano hacia los animales», según Montaigne – Parte 1

«A fin de cuentas, todo se reduce a esto: lo que no es como nosotros es inútil. Por lo tanto, Dios mismo ha de parecerse al ser humano para considerarlo útil. Claro está que no es una consideración racional, sino una vanidad irracional que nos adormece el cerebro, llevándonos a pensar que somos superiores a los demás seres vivos, por lo que nos separamos de sus formas de existencia y nos retiramos de su sociedad». (Michel de Montaigne)

Las siguientes reflexiones de Michel de Montaigne nos ofrecen un buen visitazo a sus ideas sobre la relación entre el ser humano y los animales. Su tesis se sustenta en sus propias observaciones y en conocimientos e historias transmitidas desde la Antigüedad.

La arrogancia humana

«De hecho, los animales tienen las mismas razones para considerarnos tan irracionales como nosotros a ellos. Por lo tanto, debemos volcar nuestra atención hacia la igualdad entre humanos y animales. Poseemos el mismo grado de aprehensión ante la conciencia de los animales que ellos ante la nuestra: nos exigen, complacen y amenazan, así como nosotros a ellos.

Comunicación y entendimiento

La comunicación irrestricta entre los animales no sólo existe dentro de una misma especie. Un caballo sabe si un perro está agresivo por su forma de ladrar, mientras que otro ladrido no alertará en absoluto al caballo. Podemos concluir que los animales sin voz se comunican por otros medios. Conversan y dicen lo que piensan a través de movimientos o acciones. Es nuestra incapacidad la que nos impide participar en esta comunicación. Si no obstante pensamos que podemos juzgarlos, sólo demuestra lo tontos que somos. 

El filósofo Cleantes se puso a observar cómo unas hormigas salían de su hormiguero para llevar a una compañera muerta a otro hormiguero cercano. Allá, salieron a su encuentro unas hormigas, como para hablar con aquellas. Después de pasar un tiempo juntas, las hormigas del segundo hormiguero volvieron a su casa, por lo visto para deliberar con sus compañeras. Pareciera que debido a ciertas complicaciones, este acto se repitió dos o tres veces. Finalmente, sacaron un gusano de su colina y se lo entregaron a las visitantes. Como si se tratara de un rescate por la hormiga muerta, las hormigas de la primera colina tomaron el gusano y se lo llevaron a su casa, dejando el cadáver a la otra colonia.

El habla y la recepción

Los caballos, perros, bueyes, ovejas, aves y demás animales que viven con nosotros reconocen nuestra voz y se dejan guiar por ella. Así lo hacía incluso la morena de Craso, que acudía a él cuando la llamaba, como también las anguilas en la fuente de Aretusa. Y he visto bastantes viveros donde los peces acuden a comer al oír el grito preciso de sus cuidadores.

Además, los animales son capaces de aprender del mismo modo que nosotros. Podemos entrenar a hablar a mirlos, cuervos, urracas y loros, ya que demuestran una asombrosa facilidad para lograr que su respiración y su voz imiten sonidos y sílabas. Esa impresionante disposición para aprender es indicio de sus exhaustivos talentos innatos.

Me parece que Lactancio atribuye a los animales no sólo el habla, sino también la risa. Las variaciones regionales del habla, así como se observan en los seres humanos, también se dan entre los animales de un mismo género. Aristóteles señala en este sentido las llamadas de las perdices, que difieren de un lugar a otro.

Más allá de nuestras capacidades

Los animales logran hacer muchas otras cosas que superan con creces nuestras aptitudes. No poseemos ni siquiera la capacidad imaginativa para reconocer estos logros y mucho menos para imitarlos. Los camaleones cambian de color para mimetizarse con el entorno, mientras que los pólipos adoptan el color que exige su situación. Algunas veces, para no ser detectados por sus depredadores, y otras, para atrapar más fácilmente a su presa. Así, los camaleones cambian de forma pasiva y los pólipos de forma activa. ¿Cómo es que las arañas, si se supone que son incapaces de tomar decisiones lógicas y coherentes, tejen su tela de forma a veces más y a veces menos ceñida, o con diferentes tipos de nudos?”

Fotografía: Youssef Limoud

  1. Beautiful read! Thank you Hans. I recently learned that goats grazing below Vesuvio are able to detect a volcanic eruption 7-14 hours prior. Certain blood markers were measured indicating this relationship. So much we don’t know… Besos!

  2. Hola Hans, creo que lo importante es que empecemos a hablar del hombre como una especie mas, ó sea, un animal mas que es lo que somos (Las siguientes reflexiones de Michel de Montaigne nos ofrecen un buen visitazo a sus ideas sobre la relación entre el ser humano y los animales. ). También que entendamos que somos naturaleza misma y no nos veamos separados como casi siempre se oye o se lee -el hombre y la naturaleza…quizás entonces empezando por ahí, como primera medicina para mantener nuestra arrogancia controladita.
    Gracias, siempre disfruto tus entregas,

    Mónica Ferreras de República Dominicana pero radicada en Basel desde el 2016.

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