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William Morris (1834-1896): News from Nowhere (1890) – una utopía socialista

«Mientras dure el sistema de competencia en la producción y en el intercambio de los medios de subsistencia durará la degradación de las artes; y si ese sistema ha de durar para siempre, entonces el arte sin duda está condenado a morir; es decir, la civilización morirá». (W. Morris)

«No tengas nada en tu casa que no te parezca útil o bello».

Durante mucho tiempo solo conocía a William Morris como cofundador del movimiento británico Arts & Crafts, que se creó a mediados del siglo XIX. El movimiento surge como un retorno, tanto en contenido como en forma, a las antiguas tradiciones artesanales y a lo «natural». Morris además insistía en que los artesanos debían considerarse artistas. Artesano, arquitecto, impresor e ingeniero, William Morris, sin embargo, fue además un prolífico escritor, y uno muy político. Se convirtió en uno de los principales contribuyentes y pioneros del obrerismo socialista en Gran Bretaña.

Morris provenía de una familia pudiente y contaba entre sus amigos a los artistas Edward Burne-Jones y Dante Gabriel Rossetti. Como empresario fundó una próspera fábrica de muebles que ejerció una fuerte influencia en el Arts & Crafts. Su obra principal, News from Nowhere (Noticias de ninguna parte) –una utopía de un mundo socialista ideal– se publicó en 1890, hacia el final de su vida.

El género de la utopía (que en griego antiguo significa «no lugar») vio la luz en 1516 gracias a Thomas More, el estadista y autor inglés que escribió el famoso libro homónimo. Hasta el día de hoy, las utopías siguen prosperando, sobre todo en el idioma inglés: desde Los viajes de Gulliver, de Swift (1726), hasta Huxley (1932), Orwell (1949) y Boyle (2000), con una distinción que debe hacerse entre la positiva utopía y la negativa distopía de un mundo peor que el nuestro.

William Morris escribió su utopía como fuente de inspiración para crear una sociedad libre, ecológica y sin jerarquías. Para él, el activismo ecológico estaba unido de forma obligatoria a la destrucción de las estructuras de poder existentes, pero sin descuidar las libertades individuales, ¡idea que hoy vuelve a ser muy atractiva!

Un buen día, el protagonista del libro –contemporáneo de William Morris– se despierta en Londres como siempre, pero, para su total asombro, se encuentra en el futuro: lo que antes era feo y repulsivo se ha transformado de repente en algo hermoso; todo se ha vuelto encantador, agradable, pacífico, ordenado, limpio y rebosante en belleza interior y exterior.

El relato de Morris ofrece una lectura relajada, alegre y encantadora que refleja la forma como su protagonista ve y se siente en su nueva-antigua ciudad. El escritor, ameno y fresco, nos introduce en un futuro mundo ideal que prescinde de tribunales, prisiones, autoridades, distinción de clases, propiedad y dinero. Un anciano que aún recuerda lo podrido e injusto que era el mundo anterior le explica el nuevo sistema social a nuestro protagonista, quien –incrédulo al inicio– poco a poco comienza a entenderlo y apreciarlo:

«La ley civil se abolió sola, amigo mío. Los tribunales civiles existían para defender la propiedad privada; se creía que sólo era posible hacer justas las relaciones por medio de la fuerza bruta. Pues bien, abolida la propiedad privada, todas las leyes y todos los ‹crímenes› legales que habían fabricado llegaron a su fin, por supuesto».

«El arma verdadera de los trabajadores contra el Parlamento no son las urnas sino el boicot».

Morris construyó su enfoque político con el marxismo y el anarquismo; era un humanista y un socialista nada dogmático; un visionario en favor de una sociedad mejor y más justa. Londres, antaño una metrópolis, en Noticias de ninguna parte se ha transformado en una comuna descentralizada con la ecología restaurada, parecida a un pueblo; en una federación sin jerarquía de comunidades agrícolas y comerciales autónomas. En línea con las utopías anarquistas (como la de Kropotkin), las asociaciones individuales se desarrollan de forma voluntaria, concediendo la mayor libertad posible al individuo. El edificio del antiguo Parlamento británico ha encontrado por fin un uso razonable: ahora sirve como depósito de fertilizantes agrícolas.

«Observé y me maravillé de la destreza y la abundante belleza del trabajo de los hombres, quienes por fin habían aprendido a aceptar la vida misma como un placer; y a satisfacer las necesidades comunes de la humanidad y prepararse para ello como un trabajo apto para los mejores de la raza».

  1. Siempre fijas tu interés en personajes visionarios, de WM hay tantas cosas que resaltar, era absolutamente poliédrico! Gracias Hans

  2. Gracias Hans! Que lindo leer tu artículo sobre un personaje que ha sido desdeñado pero que en realidad es sumamente interesante y que bien podría ser un faro hoy en día. ¿Sabias que su concepción del tan ubicuo papel tapiz con motivos vegetales estaba en línea con sus ideas socialistas para mejorar la vida de los trabajadores?

  3. Muchas gracias por este artículo tan interesante. La ironía es que los hermosos papeles pintados de Morris llevaban arsénico como para envenenar a media Gran Bretaña (creo que sus minas producían más de la mitad del suministro mundial de este químico).

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